Al comenzar a aplicar el BLW tienes que tener muy presente que se trata de un proceso. El bebé no sabe que la comida sacia el hambre. Así que cuando tenga hambre pedirá (y debes darle) su leche, que además seguirá siendo su fuente de alimentación principal.
Por otro lado, lo primero que hará tu bebé, y que es un paso fundamental de este proceso, es jugar y experimentar con la comida.
Teniendo estas dos premisas en cuenta, aquí te dejo algunos consejos y tips para que la introducción de los alimentos con el método BLW sea un éxito.
- Observar al niño, su interés y su capacidad. No intentas forzar o empezar antes de tiempo. La recomendación es empezar a los 6 meses, pero si tu hijo no muestra ningún interés, o aún no tiene ciertas capacidades desarrolladas (como agarrar cosas con la mano y llevárselas a la boca) no lo fuerces y espera un poco.
- Fuera expectativas… va a comer poco o nada. Como decía antes, los primeros días (incluso semanas) puede que coma poco o nada. Dependerá de tu bebé. Hay algunos que enseguida empiezan a probar los alimentos y comerlo, y otros que necesitan más tiempo. Libérate de expectativas y déjate guiar por tu peque.
- Se va a ensuciar mucho, así que aprovecha para hacerle fotos y partirte de risa. No intentes pelearte con las manchas y la suciedad. Es una etapa y cuando te quieras dar cuenta habrá pasado. Ármate de paciencia, baberos, estropajos (que te harán falta) y recuerda que es una etapa que tu hij@ necesita transitar y que los beneficios merecen mucho la pena.
*Existen algunos utensilios para minimizar las manchas y el desastre, y evitar malgasto de comida, como el Tidy Tot, los platos antideslizantes o con bandeja, los baberos con mangas…
- Deja que te dé de comer. A los bebés les suele encantar darte a probar su comida. Acéptala y dile expresiones como “¡mmmm!” “¡yummy!” “¡qué rico!” y, sobre todo, que note tu entusiasmo, eso le animará a probar él también y creará conexiones positivas en su cerebro acerca del momento de la comida.
- Ponle toda tu atención de manera relajada y alegre. Los primeros días, incluso semanas, es importante que les pongamos toda nuestra atención mientras come, para detectar posibles alergias o ayudarle en caso de algún atragantamiento (tranquila, no se dan casi, y si se dan los suelen gestionar ellos solos, pero es bueno estar muy atentos por si acaso). Es importante que mientras le acompañas y le observas, te perciba relajada, tranquila y alegre. Si te nota nerviosa o estresada es probable que él también se ponga así.
- Hazlo cuando estéis todos tranquilos y, si es necesario, solos (sin abuelas ni tías histéricas). Siguiendo con el punto anterior, no solo tú tienes que estar tranquila. También los demás que estén presentes. Por eso, si estáis empezando, evita ofrecer comida delante de tus padres, tus suegros, o cualquiera que no vaya a colaborar y se vaya a mostrar asustado y nervioso.
- No lo asustes y mantén la calma cuando tosa o de arcadas. Sé que este punto no es fácil si eres una persona nerviosa. Pero es importante que sepamos mantener la calma y la mente clara. Si tose o da arcadas lo mejor es esperar a que el bebé lo resuelva solo, mientras le observas y le animas a toser. Por supuesto siempre con mucha atención por si la cosa a más (que no pasa casi nunca) y hay que actuar.
- Ten claro qué hay que hacer en caso de atragantamiento. Esto es algo que TODOS los ma/padres deberían saber, más allá de la alimentación y el BLW. El atragantamiento se puede producir en cualquier momento y con cualquier objeto. Es necesario saber aplicar la maniobra de Heimlich y la reanimación cardiopulmonar (RCP), adaptada a su edad. Lo más probable es que nunca tengas que usarlas, pero tener esa herramienta es muy necesario.
- No le fuerces y fíate de él. “Baby led weaning” significa “alimentación guiada por el bebé”. O sea, que el principio más básico es respetar su decisión de comer, no comer o qué comer (dentro de lo que tú le has ofrecido). No intentes forzarle o engañarle para que coma más, y fíate de él y de su instinto.
- Cuando rechace un alimento no lo descartes y prueba más adelante. Tenemos clarísimo que no hay que obligar a comer. Pero he visto familias que dejan de ofrecer ciertos alimentos porque un día no lo quiso. Pero ese rechazo no tiene porqué ser necesariamente que no le gusta: a lo mejor no le apetecía, ya estaba lleno, no le ha gustado la textura, la temperatura… Sigue ofreciendo, sin obligar.
- Muy atentos cuando rechace algún alimentado de manera reiterada. Dicho lo del punto anterior, muy atentos cuando haya algún alimento que de manera sistemática rechaza y no quiere probar ni comer. Puede que haya algo que tu hijo esté detectando como una alergia o intolerancia (a mí me pasó).
- Va a dar arcadas… (o no). La arcada no es un atragantamiento. La arcada es un reflejo protector que tenemos todos, para evitar precisamente esos atragantamientos. La diferencia está en que a los bebés se les “activa” este reflejo en el paladar blando (mucho más adelante que los adultos). Eso irá madurando, pero mientras tanto, las arcadas son normales e incluso positivas, porque enseñan al bebé cómo comer (cantidad que hay que echarse en la boca, masticar y procesar antes de tragar…).
Mi hija si dio arcadas. Mi hijo sin embargo nada de nada. No es ley de vida pero si es muy frecuente que se den, y con el paso de las semanas irán disminuyendo su frecuencia.
- No le des de comer cuando tenga sueño. Si tu bebé tiene sueño y es “la hora de comer”, mejor prioriza el descanso. Si tiene hambre dale su leche y a descansar. Dormidos no están receptivos, no van a comer, van a tirarlo todo… y puede ser incluso peligroso que se eche comida a la boca sino está con sus sentidos alerta.
- No le ofrezcas comida cuando tenga hambre o esté irritado. Mejor calma su hambre con su teta o biberón y cuando esté relajado y receptivo prueba a ofrecerle la comida. O si está enfadado o irritado por algo, espero a resolver eso que le tiene incómodo antes de ofrecer nada.
- No le des de comer cuando esté de pie o jugando. Esto lo suelen hacer las familias cuando quieren distraer a su hij@ para que coma más cantidad… o cuando ya han pasado algunos meses, nuestro hi@ ya se maneja bien con los alimentos y entonces nos confiamos. Comer mientras se juega, se corre o se está de pie y en movimiento aumenta muchísimo el riesgo de aspiración y atragantamiento.
- Modifica lo que sea necesario cuando observes cambios. Por ejemplo, si ves que tu hijo ya no necesita que la comida tenga forma alargada o de bastón, empieza a ofrecer otro tipo de corte (evitando siempre el esférico o redondeado), o si observas que empieza a coger trocitos con sus dedos, empieza a ofrecerla comida así para que practique la pinza… o si observas que tiene interés por los cubiertos, empieza a ofrecerlos.
- Leer el libro “Mi niño no me come” de Carlos González. Es absolutamente recomendable porque te quitará todos esos miedos y fantasmas a que tu hij@ “no coma” o “coma muy poco”. A mí me ayudó muchísimo a relajarme en ese sentido.
Espero que te sirvan estos consejos, basados sobre todo en mi propia experiencia con dos bebés con los que aplicamos BLW, y que a día de hoy son niñ@s súper saludables, que comen muy bien (aunque obviamente tengan sus gustos y hayan cosas que no quieran) y con los que disfrutamos mucho el momento de comer.
