Composición leche materna vs. leche de fórmula (parte I)

En este post queremos hacer una comparación entre la composición de la leche materna y la composición de leche de fórmula. Saber qué aporta cada tipo de leche nos ayudará a juzgar cual es la mejor opción.

Y va especialmente dirigido a:

Ma/padres que necesiten información y artículos que les permitan defender la lactancia materna frente a familiares, amigos e incluso instituciones y profesionales de la salud. Los mitos que circulan sobre la lactancia son muchos y muy extendidos. Por eso es importante estar informados y saber avalar esa información.

Madres cansadas que estén pensando en tirar la toalla con la lactancia. Con este post pretendemos animaros y daros buenas razones para no rendiros.

Padres en general. Por favor, necesitamos que estéis informados también vosotros para que podáis apoyar y acompañar a la madre en su decisión. Y defenderla frente a los demás.

Madres que estén indecisas sobre qué tipo de leche dar a sus bebés. Muchas toman la decisión sin ser conscientes de lo que aportan cada una.

En este post quedará claro que NO da igual la opción que tomemos. Las diferencias son abismales y la salud de nuestro hijo se verá afectada.

Vuestra decisión deberá ser respetada. Pero, en mi opinión, lo importante es tomarla sin ponerse la venda en los ojos y pensando que “da lo mismo”.

Dicho esto, no quiero hacer sentir mal a nadie. Muchos ma/padres deciden alimentar a sus bebés con fórmula por razones de fuerza mayor, y es respetable.

Otras por desgracia no tuvieron la oportunidad de alimentar a sus hijos con leche materna. Algunas por presentar hipogalactias reales (problemas de producción de leche). Y otras porque no fueron bien asesorados y/o acompañadas, perdiendo sus lactancias. En estos casos la alimentación con fórmula es lo mejor que le pudiste dar a tu bebé para que creciera fuerte y sano. No te culpes por ello.

leche de formula

Composición de la leche materna

La leche materna es un fluido vivo de incalculable calidad. Diseñada especialmente para la nutrición y el correcto desarrollo del ser humano. Hasta ahora se sabe que contiene más de 200 componentes (y los que faltan por descubrir).

Además su composición es variable en función de muchos factores, como la edad del bebé, su estado de salud, etc. Y no solo eso, también varía su composición en una misma toma: al principio sale leche con más contenido de agua, y al final sale la leche más grasosa.

Y no queda aquí la cosa. La leche tiene diferentes sabores según lo que la madre haya consumido, preparando al bebé para el día en que consuma otros alimentos.

Otro dato interesante es que la composición de la leche no varía según el estado nutricional de la madre (a no ser que esté gravemente comprometido).

La composición de la leche madura (que se produce a partir de la segunda semana de vida del bebé y dura hasta el final de la lactancia), se puede dividir en dos grandes grupos: los componentes nutricionales y los componentes inmunológicos.

Componentes nutricionales

Agua. El 88% de la leche es agua. Sale mayor cantidad al principio de la toma. Por eso NO es necesario que el bebé beba agua. La leche le provee de toda la que necesita, y acudirá al pecho no solo para comer sino también para calmar la sed.

Además, si le damos agua el bebé estará perdiendo la oportunidad de una toma de leche, pues su estómago se llena rápidamente.

Grasas. Es el componente que aporta la mayor cantidad de energía. La leche posee una amplia gama de ácidos grasos, como el omega 3. Son grasas esenciales para el crecimiento y el correcto desarrollo. Estas grasas se acumulan en la corteza cerebral y ayudan al desarrollo neurológico y visual del bebé.

Como dato: los bebés prematuros que son amamantados presentan una mayor maduración neuronal que los que son alimentados con leche de fórmula.

Las leches de fórmula son deficitarias en ácidos grasos esenciales. Por eso necesitan publicitarlas y poner con letras bien grandes y brillantes que contiene “Omega 3”. La realidad es que ese contenido de Omega 3 adicionado artificialmente es muy inferior al de la leche materna.

Proteínas. La leche materna contiene más de 400 tipos de proteínas, todas ellas con diferentes funciones que van desde proporcionar nutrientes y absorber dichos nutrientes, hasta funciones inmunológicas y antimicrobianas.

Hay que destacar la presencia de dos proteínas: la lacto-albúmina (o suero) y la caseína. La leche materna contiene una baja proporción de caseína (13%) en comparación con el resto de especies mamíferas. La leche de la vaca, por ejemplo, contiene gran cantidad de caseína. Esto se debe a que el ser humano vive un proceso de crecimiento mucho más lento que el resto de los animales.

La caseína además es más difícil de digerir. Por eso la leche humana tiene un muy alto nivel de digestibilidad en comparación con cualquier otra leche animal. Lo podemos ver al observar la caca de un bebé alimentado con fórmula, que suele ser más dura y la deposición es menos frecuente.

composicion leche materna

Carbohidratos. La leche materna posee también una gran variedad de carbohidratos. Destaca sobre todo la lactosa, siendo el carbohidrato más abundante en la leche materna. En comparación con otras leches animales se encuentra en una mayor proporción en la leche humana, debido a la gran demanda de energía por parte del cerebro.

La lactosa presente en la leche humana tiene una mayor biodisponibilidad (es decir, se absorbe mejor) que en la leche de vaca, por ejemplo.

También es significativa la cantidad de oligosacáridos, cuya función es nutrir la flora intestinal.

Vitaminas. Posee todas las vitaminas necesarias para el buen desarrollo del bebé.

La vitamina B12 (presente sobre todo en las carnes) sí depende del consumo de la madre. En caso de mamás vegetarianas se aconseja suplementar para que esté disponible en la leche en cantidades suficientes.

Minerales. Sodio, zinc, cobre, magnesio, hierro, calcio… todos están presentes. La cantidad presente de hierro y calcio es “baja” en la leche materna, pero se absorben mucho mejor que en otras leches. Por ejemplo, en la leche materna se absorbe el 67% del calcio disponible, mientras que de la leche de vaca solo se absorbe el 25% del calcio disponible.

Enzimas. Se encargan de controlar las reacciones químicas en nuestro cuerpo. Podemos destacar la lipasa, que ayuda a digerir las grasas. Y la leptina, que ayuda a regular el apetito, el metabolismo y la ingesta energética. Esta enzima no está presente en las leches de fórmula, lo que explica el mayor riesgo de obesidad con este tipo de leche.

Hormonas. La leche materna contiene una larga lista de hormonas necesarias para el buen desarrollo del bebé.

Me gustaría destacar la melatonina, que regula el sueño, y está presente en diferentes concentraciones según el momento del día, para “enseñarle” al bebé a ir adquiriendo los ciclos de vigilia y sueño. A esto se añade la acción del triptófano (un aminoácido), también presente en la leche materna, que ayuda a relajar al bebé y conciliar el sueño (¡qué maravilla!).

composicion leche de formula

Componentes inmunológicos

El bebé nace con un sistema inmune aún inmaduro.

Esto es así porque el útero es un medio “estéril”, y el sistema inmune necesita ir entrenándose al ponerse en contacto con diversos patógenos.

 Así, se irá desarrollando durante toda la vida. Pero se cree que a los dos años ya ha alcanzado un nivel de maduración aceptable, dependiendo también del entorno y las personas con las que se ha relacionado el bebé.

Por eso la OMS aconseja la lactancia mínimo hasta los dos años.

La leche materna contiene una gran variedad de componentes inmunológicos que ayudarán al bebé a hacer frente a las primeras infecciones y a ir desarrollando y fortaleciendo su propio sistema defensivo.

Inmunoglobulinas, glóbulos blancos, bacterias “buenas”… todos ellos se combinan para proteger al bebé. La leche materna tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antiparasitarias y antialérgicas. Se sabe especialmente de su efecto protector ante enfermedades gastrointestinales y respiratorias.

Es destacable el importante contenido de bacterias “buenas” o probióticos. Hasta no hace mucho se pensaba que la leche materna era un líquido estéril, pero no es así. La función de estas bacterias es tanto nutricional como inmunológica.

Además posee otro tipo de componentes con un rol inmunológico, como la lactoferrina. Ésta es una proteína que se adhiere a las partículas de hierro y no deja que los patógenos que se alimentan de este mineral puedan proliferar.

O el factor bífido, que mantiene un pH bajo en el estómago y las heces, impidiendo que proliferen patógenos infecciosos. Esto protege, entre muchas otras cosas, contra la enterocolitis necrotizante. Muy rara en bebés amamantados y mucho más frecuente en bebés alimentados con lactancia artificial.

Fuentes de información:

Human breast milk: A review on its composition and bioactivity. Nicholas J. Andreas, Beate Kampmann, Kirsty Mehring Le-Doare. Early Human Development 91 (2015) 629–635.

Manual de Lactancia Materna. Contenidos Técnicos para Profesionales de la Salud. Comisión Nacional  de Lactancia MINSAL, UNICEF. G. Juez, R. Niño, R. Ortega, P. Mena, S. Santander, M. González. Ministerio de Salud, UNICEF, Chile 2010.

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Ya que me está quedando un poco largo este post, he decidido dividirlo en dos partes. Así que te invito a revisar «Composición leche materna vs. leche de fórmula (parte II)». En él te explicaré:

1. Algunas diferencias de la leche materna con la leche de vaca.

2. Cuál es la composición de las leches de fórmula.

3. Cuáles son los peligros, según diversos estudios, que corremos al alimentar a nuestros bebés con leche artificial en vez de materna.


¿Y tú? ¿Conoces algún otro componente maravilloso de la leche materna? ¿Has descubierto alguno del que no tenías ni idea? ¡¡Cuéntanos!!

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